El silencio
Me llamo Francisca Zaitegi Ceciaga. Nunca pude contar todo lo que pasó. Nos metieron el miedo tan adentro y lo hicieron tan bien que, aún pasados tantos años, nunca me atreví a hacerlo en voz alta. Tenía solo treinta años…
Me llamo Francisca Zaitegi Ceciaga. Nunca pude contar todo lo que pasó. Nos metieron el miedo tan adentro y lo hicieron tan bien que, aún pasados tantos años, nunca me atreví a hacerlo en voz alta. Tenía solo treinta años…
Todos han querido saber siempre quién era, de dónde, cómo se llamaba o en qué trabajaba pero, las contestaciones a todas estas preguntas me pertenecen sólo a mí. Mi nieta hizo de la curiosidad por conocer algo más de su…
Tiempos convulsos, tiempos duros, tiempos de luto. Soy joven, estoy embarazada de mi hija y Antonio, mi marido, que trabaja en el mantenimiento de la vía ferroviaria del Noroeste zona del Bierzo, sufre un terrible accidente arrollado por una locomotora…
Mi nombre es Teresa Durán Vallejo, nací en un pueblo de la provincia de Málaga que se sitúa al pie de la sierra que lleva su nombre, Peñarrubia, situado entre los municipios de Teba, Campillos y Ardales. Mi pueblo estaba…
La miseria llegó a mi casa y tuve que abandonar definitivamente la dehesa sayaguesa en la que nací y crecí en Zamora. Desde entonces siempre me han acompañado el aroma y el color de los campos, las encinas centenarias y…
¡Ay, esa fuente de los ocho caños de Ronda, en la Plaza Santa Cecilia que me vio nacer y que tanto eché de menos después! Noventa años de vida desde que vi la luz en 1923 hasta que mis ojos…
Bajo el nombre de Teresa Mora Díaz nací el 30 de junio de 1901 en el número 25 de la calle Santa Rosalía, en Gines, Sevilla. Fui la primogénita de seis hijos y la única mujer. A causa de una…
Muchos acontecimientos he visto pasar pero mi buen humor me ayudó siempre a vencer todas las dificultades. Como le decía siempre a mis nietos “más se perdió en Cuba”. Vi la luz en 1913 en El Centenillo, una población perteneciente…
Tenía unos dos años, llegué con lo puesto en un coche junto a otras dos niñas en plena guerra civil. Era tan pequeña que las hermanas de aquella casa (quizá Hijas de la Caridad) me cogieron en brazos como a…
Os escribo desde Ejea para deciros que no os apuréis por nada, que Dios no desampara a nadie. Yo estoy muy conformada, pues bien sabéis lo que he sido. Estos fueron parte de mis últimos pensamientos antes de ser fusilada…